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Lección 18 El rostro de los jóvenes emprendedores en América Latina(拉丁美洲青年创业概况)

El emprendimiento juvenil es una herramienta de política importante para mejorar las condiciones materiales y las oportunidades de los jóvenes en América Latina.Del mismo modo que desarrollar las competencias adecuadas pueden aportar beneficios a largo plazo para las perspectivas laborales y la movilidad social de un individuo,las actividades de emprendimiento juvenil pueden ayudar a construir capital humano,fomentar la innovación y generar empleo.Los responsables de elaborar políticas también han respaldado programas de emprendimiento juvenil para aprovechar el potencial emprendedor no explotado de los jóvenes.Efectivamente,en torno a un quinto de la población latinoamericana de 15 a 29 años tiene previsto montar un negocio en los próximos 12 meses.

El emprendimiento juvenil en América Latina está íntimamente ligado a la estructura del tejido empresarial en la región.Las pequeñas y medianas empresas representan más del 80%del empleo y más del 90% del total de empresas en América Latina.Sin embargo,las grandes empresas todavía contribuyen en casi un 70% al producto interior bruto (PIB) de la región.Estas asimetrías entre la distribución del empleo y la productividad—con una gran proporción de trabajadores concentrada en empresas menos dinámicas—también se refleja en la estructura de los proyectos de emprendimiento de la región.Tal “heterogeneidad estructural” puede asimismo constatarse en brechas persistentes,tanto para las empresas como para los emprendedores,en áreas claves como competencias,adopción de desarrollos técnicos y acceso a redes internacionales.

El emprendimiento en América Latina es sumamente diverso y se caracteriza por la coexistencia de emprendedores de alto crecimiento y emprendedores de subsistencia.La dificultad de la empleabilidad en los países de América Latina se convierte en un obstáculo para la creación,supervivencia y crecimiento de las empresas.Con frecuencia,la creación empresarial se asocia con el micro-emprendimiento informal; la región no ha abordado todavía las barreras que estimulan el desarrollo de emprendedores productivos.Esta tendencia se observa también en el caso de los emprendedores jóvenes,que se enfrentan a obstáculos similares a los de sus pares adultos.Si América Latina es conocida como región de emprendedores,su amplio sector informal,la prevalencia de emprendedores de subsistencia y la elevada rotación de empresas en la región ofrece un panorama mixto.Aun así,el emprendimiento de subsistencia es esencialmente un vehículo para ayudar a los hogares más desfavorecidos a lidiar con la informalidad,la escasez de empleos de media y baja cualificación,las regulaciones del sector público y la carga tributaria.

A diferencia de las economías de la OCDE,un gran número de jóvenes emprendedores de América Latina son trabajadores por cuenta propia.Si la proporción de empleados y empresarios que contratan gente es relativamente similar en América Latina y la OCDE,los trabajadores en América Latina son más propensos que los de los países de la OCDE a ser emprendedores de subsistencia (un promedio del 16% de trabajadores por cuenta propia frente a un promedio del 6%,respectivamente).No es de extrañar que la propiedad empresarial aumente con la edad y que la proporción de emprendedores jóvenes sea más baja que la de adultos en todos los países.Los individuos que son trabajadores por cuenta propia poseen negocios que tienden a ser más pequeños,emplean a menos trabajadores y son menos productivos.

Los jóvenes emprendedores de estratos socioeconómicos más bajos tienden a afrontar más barreras que aquellos de hogares más favorecidos.En general,los jóvenes emprendedores latinoamericanos procedentes de hogares de ingresos medios y bajos tienen menos recursos,competencias y redes que los provenientes de hogares más privilegiados,los cuales son objeto de una mayor exposición a la experiencia empresarial,tanto familiar como escolar,desde edades tempranas.En comparación con los emprendedores de hogares de ingresos medios de otras regiones,se considera que los latinoamericanos poseen menos modelos empresariales y,como consecuencia,tienden a depender de una red de apoyo,escasamente cualificada para las actividades de empresa.

Los jóvenes emprendedores latinoamericanos tienden a tener una menor educación,en promedio,que sus contrapartes de economías de la OCDE.Una comparación de la formación académica de los emprendedores por grupos de edad muestra,como era de esperar,que los empresarios jóvenes tienden a estar más formados que los adultos en ambas regiones.La proporción de emprendedores latinoamericanos que han alcanzado la educación secundaria es comparable a los niveles de la OCDE.Sin embargo,la brecha en la educación terciaria es pronunciada,ya que solo el 13% de los emprendedores jóvenes de América Latina posee algún tipo de educación terciaria,frente a un 33% en los países de la OCDE.Además,la distribución de los emprendedores jóvenes en América Latina está ligada también a los antecedentes socioeconómicos con la proporción de jóvenes trabajadores por cuenta propia en extrema probreza casi duplicando los de clase media.La heterogeneidad del perfil de los emprendedores en la región aparece asociada a una compleja interacción de factores tales como el contexto familiar,la búsqueda de independencia,la educación,la necesidad de supervivencia económica y la toma de riesgos.

El panorama para las mujeres emprendedoras de América Latina y el Caribe es mixto.Las fuertes tasas de emprendimiento femenino en ALC,muy superiores a las medias de la OCDE,sugieren que las mujeres de la región consideran el emprendimiento como una vía potencial y práctica hacia la independencia económica.Las mujeres son menos susceptibles que los hombres de implicarse en actividades empresariales,pero cuando lo hacen,es más posible que lo hagan por necesidad.Las mujeres emprendedoras también son más susceptibles de ser trabajadoras por cuenta propia que empleadoras y están menos formadas.Mientras en las economías de la OCDE más del 10% de las mujeres son empresarias,Chile (29%),México(25%) Colombia (45%) y Perú (39% en áreas urbanas) ostentan porcentajes mucho más elevados (OCDE,2016c).Las mujeres en ALC experimentan mayores dificultades,tanto percibidas como reales,para montar su propio negocio,en comparación con sus pares de la OCDE; sin embargo,en ALC las brechas de género que favorecen a los hombres son relativamente pequeñas en áreas de emprendimiento clave,como el acceso al crédito,el acceso a capacitación empresarial o la percepción de dificultades a la hora de montar una empresa.Además,reina un alto nivel de confianza:la mitad de las mujeres de la región se consideran capaces de abrir un negocio.En total,el 75% de las mujeres emprendedoras (en fase temprana)trabajan en los sectores del consumo,la cultura y la sociedad,y un porcentaje más pequeño,en los sectores extractivo,empresarial y transformador.

El emprendimiento no está ofreciendo todo su potencial de autonomía y empoderamiento económicos a las mujeres de la región,sobre todo a las jóvenes.Las mujeres jóvenes de 25 a 29 años,tanto a escala mundial como regional,son más susceptibles de abrir sus propios negocios que las demás cohortes de edad.La reducción,e incluso inversión,de la brecha de género en materia educativa en la región podría sugerir que las mujeres y los hombres disfrutan de oportunidades económicas similares a través del emprendimiento.Pero las motivaciones y los resultados difieren según el género,lo cual ayuda a explicar los menores impactos y tasas de supervivencia de los negocios dirigidos por mujeres.En primer lugar,estas son más susceptibles de concentrarse en sectores menos productivos,lo cual refleja otros desafíos de segregación profesional en estas economías,ligados en parte al porcentaje inferior de mujeres que estudian ciencias,tecnología,ingeniería o matemáticas (STEM).En segundo lugar,el emprendimiento para las mujeres suele ser un antídoto contra la discriminación en el lugar de trabajo y otras barreras para acceder al empleo formal ligadas a percepciones discriminatorias contra las madres trabajadoras jóvenes.El emprendimiento se percibe a menudo como un medio para equilibrar las responsabilidades laborales y familiares:las mujeres de la región pasan más del doble de tiempo que los hombres en trabajos de cuidado no remunerados y,combinando empleos remunerado y no remunerado,trabajan más horas.

(1315 palabras)

(Fragmento del infome “Perspectivas económicas de América Latina 2017”,publicado por OCDE/NACIONES UNIDAS/CAF 2016)